Papá,
cuanta falta me haces hoy.
Te tengo tantas cosas que contar,
cómo saber si me puedes escuchar,
si es así; solo dame una señal.
Papá,
Tu bien sabes donde voy.
en el camino miro al cielo sin cesar,
un tapiz de color azul inmenso,
con algunos toques de algodón me acompañarán.
Papá,
en un instante el sol comienza a brillar,
de una manera especial, como si me tratara de anunciar,
que esa es tu señal,
pues mientras más lo miro es más grande su esplendor.
Papá,
no me dejas de mirar.
Me emociona imaginar que me puedes escuchar,
que podremos platicar,
una lagrima de mi mejilla resbaló y tras esta muchas más.
Papá,
tú que cerca estas de Dios,
que su buen amigo debes ser,
dile que no entiendo,
porqué ciertas cosas deben suceder.
Papá,
porqué, se los tiene que llevar.
Muchas veces de improviso, sin avisos,
y duele tanto, que aunque pase el tiempo;
no lo podemos superar.
Papa,
dile a él, que me ayude a vislumbrar,
siendo fuerte y a dar valor,
mitigar el sufrimiento de quien llora por perder,
a su Madre el día de hoy
Papá,
estoy a punto de llegar
a mi tierra una vez más y no me dejas de mirar,
me acompañaste en este andar;
como cuando niño me enfermaba y de la mano me llevabas a curar
Papá,
gracias por darme tu calor sin quererme lastimar,
por escucharme sin hablar, por enseñarme a comprender;
que solo él sabe los ¿por qué?
y por mostrarme que cuando te quiera platicar en el sol te he de encontrar.
Dedicada a mi Padre